Quizás la más vilipendiadas de todas las verdades que conforman la doctrina calvinista es la Expiación Limitada. La expiación en sí misma se refiere al pago de una deuda contraída. En este caso concreto se refiere al pago que Cristo hizo en nuestro lugar por nuestros pecados. O sea, Cristo satisfizo nuestra deuda delante de Dios, pagándola con su propia sangre. Hasta este punto todos los evangélicos estamos de acuerdo.
El problema surge cuando se introduce el adjetivo “limitada”. Quizás este adjetivo no es el más feliz para describir lo que la doctrina en sí misma expresa. La limitación no se refiere a la virtud o el poder del sacrificio de Cristo, el cual en este sentido es ilimitado, sino al alcance y aplicación de este sacrificio. Para responder la pregunta de a quién se le aplica la expiación hay que responder la interrogante ¿por quienes murió Cristo?
Una doctrina que se ha popularizado en los últimos tiempos gracias a su enfoque humanista es la doctrina Arminiana, la cual, contrariamente a la enseñanza de las sagradas escrituras, enseña que Cristo murió por todos y cada uno de los integrantes de la raza humana. El segundo punto de los Cinco Puntos del Arminianismo (surgidos en contraposición de los Cinco Puntos del Calvinismo), enseña que la expiación posee un carácter universal. O sea, que Cristo pagó por los pecados de todos los hombres comprando para ellos el perdón, del cual solo participan los creyentes pero al cual tienen derecho todos los seres humanos.
Entre los textos que emplean los Arminianos para fundamentar su posición doctrinal se encuentran: Jn.3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” 1 Jn.2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”
Ahora, en virtud de la predestinación (elección y reprobación) no es posible aceptar la interpretación arminiana de textos como los anteriores. El error interpretativo que comenten los arminianos se encuentra concretamente al significado que conceden a las palabras “todo” y “mundo”.
Si aplicamos el mismo significado que atribuyen a la palabra “todos” los que se oponen a la doctrina calvinista, en pasajes como Romanos 5:18 “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres, la justificación de vida.”, llegamos a una flagrante negación de la verdad bíblica y tendremos que aceptar el Universalismo (doctrina que refiere que todos los hombres, sin distinción, serán salvos). Si Cristo justificó a cada uno de los hombres, todos (sin excepción) serán salvados. Cualquiera puede comprender que esto es una herejía.
Es muy claro que cuando el pasaje emplea la palabra TODOS su universo de discurso es el grupo de personas que conforman el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo. Aplíquese esta línea de pensamiento a los pasajes anteriores.
Siendo que toda doctrina que no se encuentre su origen en la Palabra de Dios es una doctrina falsa de facto, demostraremos con las Sagradas Escrituras la autenticidad de la doctrina calvinista de la Expiación Limitada.
Comencemos analizando Mt.1:21 “Y darás a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de sus pecados.” En este texto hay una clara indicación de quienes habrían de ser beneficiados con la salvación proveniente de este niño por nacer “SU PUEBLO”.
En Jn.10:11 Cristo expresa “Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas.” Sin embargo en el versículo 26 aclara: “Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas”. Aquí se establece una diferenciación entre dos grupos, sus ovejas y quienes no son de sus ovejas. Cristo dice que pone su vida por SUS OVEJAS.
En 1 Pedro 2:24-25 se lee: “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.”
En la Palabra de Dios cuando se utiliza la ilustración de las ovejas para describir a los hijos de Dios, se dice de los elegidos que aun no han llegado al redil que son “ovejas descarriadas”, de los reprobados se dice que son “cabras” ( Mateo 25:33 “Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.” )
En Romanos 8: 32 Pablo dice “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Aquí es evidente que el pasaje se refiere concretamente a los elegidos. Esta idea se reafirma más adelante cuando dice: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.” Un texto siempre debe analizarse en su contexto.