miércoles, 8 de abril de 2009
Yo Soy.
“Y respondió Dios a Moisés: Yo soy el que soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel : Yo soy me ha enviado a vosotros.” Ex.3:14.
En la Biblia los nombres con que se designaban a las personas poseían vital importancia, por lo general describían alguna cualidad de la persona a la cual pertenecía. Por ejemplo: Débora era jueza y profetiza de todo Israel, su nombre significa abeja, pues ella como una abeja que da la dulce miel enseñaba la Palabra de Dios al pueblo, una abeja posee, además, un aguijón fuerte y doloroso, así Débora poseía en su mano la espada de la justicia.
Los nombres que Dios adopta para revelársenos son en extremo significativos pues nos hablan de las cualidades de nuestro Rey. Escudriñando las Escrituras encontraremos diversos nombres con los que Dios se autodesigna: “Jehová-Jiré (Jehová proveerá)” en Gn.22:14, “Jehová Nissi (Jehová es mi bandera)” en Ex.17:15, “Jehová-Tsidkenou (Jehová justicia nuestra)” en Jer.33:16. Estos constituyen solo una muestra del conjunto de los nombres de Dios, sin embargo no hay nombre más revelador, ni que nos hable más acerca de su poseedor que “Yo soy el que soy.”
“Yo soy” revela la autosuficiencia de Dios. Él no necesita de nadie para existir, mas todas las criaturas sin su cuidado morimos. Él es desde siempre y hasta siempre, nosotros, sin embargo, cobramos vida por su poderosa mano y viviremos mientras esta nos sustente. A Dios nadie le frustra los planes, nadie detiene su mano y le pregunta ¿qué haces?. Nuestro Rey Supremo es fuerte por sí mismo y su poder no le viene de ningún otro. El nombre “Yo soy” caracteriza y explica al resto de los nombres de Dios. Qué bendición la nuestra que hemos sido llamados a combatir en las huestes de YO SOY.
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