lunes, 21 de julio de 2008

Las mujeres en la Iglesia

Debatiendo en un Foro hube de hacer apología de la labor de la mujer dentro de la iglesia, aquí les comparto mi respuesta ante el cuestionamiento de si la mujer puede o no ejercer liderazgo dentro de la congregación:
En los evangelios existen testimonios indiscutibles de la participación femenina en el movimiento de Jesús. Estas mujeres reciben el nombre de discípulas (akolouthein,
diakonein).según Mc 15,41; Mt 27,55 Lc 8,1-3 estas mujeres han acompañado a Jesús desde Galilea. Aprendiendo a los pies del Maestros, algo extremadamente revlucionario para la época en que los maestros no aceptaban discípulas, solo hombres.
Permanecen fieles en la cruxificcion cuando todos los discípulos varones han huido temerosos. Son las primeras en ver a Jesús resucitado.
Explícito es el pasaje de Gál 3,28: «Ya no hay judío ni griego,
esclavo ni libre, hombre y mujer...»,
En las mismas epístolas paulinas se expone la labor ministerial de las mujeres : Ninfa de Laodicea (Col 4,15); Apia que, junto a Filemón y Arquipo, dirige otra iglesia en Colosas (Flm 1,2); Lidia en Filipos (Hch 16,15).
Pablo menciona a Febe, a quien llama «diácono» y «patrona» o «presidente» de la
iglesia de Cencreas (Rom 16,15), usa el mismo término que para nombrar a los diáconos varones (no hay manera de rebajar o restar importancia a la labor de Febe sin forzar las Escrituras, prostatis (presidente) la utiliza Pablo cuando se refiere a las tareas de los que gobiernan la comunidad (1 Tes 5,12; 1 Tim 3,4; 5,17). ).

Cuando se dice en la Biblia que:
María, Trifena, Trifosa y Pérside dice que «han trabajado mucho en el Señor», se emplea idéntico verbo griego (kopiao) que el que Pablo utiliza para definir su trabajo pastoral o el de sus colaboradores (Rom 16,6-12).

Un caso notable, que no puede obviarse es que, siendo que en la época la persona más respetable, y de mayor dignidad se mencionaba antes que el resto, y esto era una regla de buena conducta, hay que concluir entonces que en el matrimonio de Priscila y Aquila, era Priscila la más valiosa colaboradora y que Pablo prefiere honrarla antes que a su marido, este matrimonio trabaja en Roma, Efeso y Corinto, donde
fundaron varias Iglesias, además de instruir a Apolo (ambos, nótese una mujer instruyendo a un varón). De las siete veces que son nombrados, en cuatro Prisca aparece en primer lugar, lo que denota que era importante y
conocida (1 Cor 16,19; Rom 16,3-5; 2 Tim 4,19; Hch 18,1-3.18-26).
Están también Filólogo y Julia, Nereo y su «hermana», probablemente matrimonio. Asimismo, Cefas y otros misionaban acompañados de sus esposas (1 Cor 9,5). Por último menciona a Andrónico y a Junias, esta última comparte con su esposo el título de «apóstol», y a quien los detractores de la obra femenina prefirieron cambiar el sexo antes de reconocer a una mujer que se le llamer apóstol (Rom 16,7).
Hasta aquí podemos afirmar que Pablo reconoce y respeta la labor femenina y que esta no se limita a dar clasesitas de costura a las jovencitas, sino que han sido protagonistas, junto a los varones de la obra misionera y de la edificación y consolidación de la iglesia naciente.

La situación polémica se genera en Gál 3,28, 1 Cor 7, 1 Cor 12,13 o Col 3,9-11, cuando Pablo por cuestiones muy coyunturales, de repercusión social alude a la tradición para imponer orden ante una comunidad patriarcal y androcéntrica inflexible y escandalizada.
Uno de estos problemas es el que se manifiesta en el culto (1 Cor 11,2-16). Las
mujeres profetizan como dirigentes en el culto (1 Cor 11,5), y lo hacen con el pelo suelto,
expresando así su conciencia de esa libertad e igualdad que les daba la fe en Jesucristo.
Esto parece que escandalizaba a algunos no cristianos que visitaban de vez en cuando la comunidad (1 Cor 14,23). Pablo no les pide que dejen de orar o profetizar, sino que lo
hagan cubiertas, que no rompan aquellas convenciones sociales, como lo habían hecho
hasta entonces.
El que desee ver en las palabras de Pablo una orden concluyente para todas las mujeres en cualquier situación y esta orden como disposición definitiva de que la mujer debe permanecer muda y sentada en la congregación, pariendo hijos para alcanzar la salvación, tendrá que reconocer (aplicando el mismo razonamiento) que la Biblia defiende la esclavitud y la promueve 1Pe 2:18 Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.
Ningún cristiano aceptaría que le dijera que la Biblia exhorta a la explotación del hombre por el hombre y a la escalvitud y cualquiera aducirá al contexto histórico para explicar pasajes como estos, sin embargo no comprendo como aun defienden con tanto fervor que las mujeres son objetos decorativos en la iglesia.
Sin embargo, el Señor tiene mucho sentido del humor, porque tradicionalmente las mujeres han estado a la vanguardia de la iglesia en los tiempos malos y en los tiempos buenos, por ejemplo la fundadora de la Iglesia Cristiana Reformada en Cuba (Bessie Vander Valk) fue una mujer, y así sería interminable la lista de las mujeres modernas que siguieron el ejemplo de Febe, Priscila y otras, sin necesitar el reconocimiento de los hombres para bendicion de los cuales también han trabajado y no como "fallas compensatorias", porque conociendo el caracter inmutable de Dios, lo que para él es malo lo es en todo tiempo, Dios no viola sus principios. Hay que reconocer que si dices que está mal la labor femenina (en el sentido en que estamos debatiendo) esta mal en todo momento y nunca habría nombrado y usado a Débora como jueza y profetisa en Israel, oigan DIOS NO SE CONTRADICE!!! Con todo respeto, sinceramente siempre he considerado risible el argumento de la "falla compensatoria".
Dios dispuso que los animales no hablaran y la mula de Balaam habló "como falla compensatoria" sin embargo ninguno me dirá que es "inmoral, ilicito y que está mal" que los animales hablen,esto sí fue una "falla compensatoria". Si está mal que la mujer hable en la congregación incluso cuando actúan para suplir la ineficacia o la ausencia de líderes varones está igual de mal, transgredir lo que Dios ha establecido como malo es malo en todo momento, y pienso que eso de la "falla compensatoria" es un esfuerzo desesperado por defender lo indefendible y explicar lo que a los androcéntricos ojos no tiene explicación. Ah, creo que lo habrán notado pero yo también defiendo la ordenación femenina.

En el sentido estricto de la palabra, haciendo honor a una interpretación desprejuiciada y sin necesidad de ahondar mucho pues se percibe a simple vista, Dios no creó a la mujer para someterse al hombre. Véase que esto se introduce como castigo por el pecado: Gn.3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. (Y en todo caso a quien tengo que someterme es a MI MARIDO, no al ajeno jajaja)
Más bien, Dios les dio a ambos dominio y autoridad: Gn.1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios,y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
En fin, cada uno hace una lectura de la Biblia afectado por sus propios prejuicios, siempre va a ser así pero donde único la labor femenina traerá problemas será en el seno de una comunidad machista e inflexible, si la labor de la mujer es aceptada, respetada y valorada puede ser de muchísima bendición.

(Material consultado "La Mujer en la Iglesia" de Carmen Bernabé Ubieta )

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